Puede que José Ángel Robles sea un pintor de paisajes, sin embargo, es evidente que lo tangible no es su principal objetivo. Aunque su obra es la remembranza de sus caminatas campestres y refleja las características reconocibles de un lugar en particular, el verdadero tema de Robles se encuentra en las divagaciones que su mente hace al transitar por los parajes con el mero objetivo de encontrar ambientes que lo inspiren.
Landa. José Ángel Robles. 2012. |
Más Allá del Paisaje.
La totalidad de la obra de José Ángel Robles es coherente con el trabajo que realiza desde hace más de tres décadas, fruto de expediciones que le permiten disfrutar de la inmensa naturaleza de los paisajes desérticos de San Luis Potosí, cuyos entornos infinitos son deconstruidos y transformados en ricos recursos plásticos, con una propuesta estética que tiene antecedentes en la abstracción representada en las llamaradas que incendian el cielo de los paisajes de William Turner.
José Ángel Robles del Valle
(1954) es originario de la ciudad de San Luis Potosí, SLP., México. Realizó
estudios de sicología social, aunque nunca ejerció prácticas relacionadas con
esa disciplina, debido a que sentía más afinidad por el ámbito de la creación
pictórica, en cuyo estudio se inició bajo la tutela de Arnold Belkin y Gilberto
Aceves Navarro, entre otros maestros, en un breve paso por la Academia de San
Carlos en la Ciudad de México, en 1979.
Del Desierto a la Abstracción.
Posteriormente, de 1980 a 1982,
realizó estudios de grabado con la maestra Rosa Luz Villasuso, en el Instituto
Potosino de Bellas Artes de San Luis Potosí. En este período realizó su primera
exposición en los pasillos del Teatro de la Paz de San Luis Potosí, presentando
una serie de acrílicos, acuarelas y óleos sobre papel. La exposición obtuvo una
gran acogida y reportó al autor un buen beneficio económico, lo que le permitió
emprender un viaje por varios países europeos.
La Influencia de William Turner.
El deseo de adquirir nuevos
conocimientos técnicos y enriquecer su cultura estética, observando las
colecciones de los museos europeos, fue motivación suficiente para el viaje de
Robles. Así conoció la obra de Turner, en la que supo reconocer la violencia de
la naturaleza manifestada en el cielo abrumador, en la fusión de colores
cálidos y reflejos de luces espectaculares que transformaban los aspectos
anecdóticos de la realidad en abstracciones.
Tales atributos son los que tocaron
la conciencia creativa del pintor potosino y se convirtieron en parte de su
búsqueda de un lenguaje que facilitara la traducción del ambiente del desierto
potosino a una paleta de colores que le correspondiera.
Cronista del Silencio.
De esta manera, José Ángel Robles
se volvió alquimista del color y cronista del silencio. En su obra nos invita a
una travesía por la vastedad del desierto, no como un geógrafo que traza mapas,
sino como un poeta que destila la esencia del paisaje en el alambique del alma.
Sus lienzos, como ventanas abiertas a la infinitud, trascienden la mera
representación del entorno para adentrarse en las profundidades del ser, donde
la luz y la sombra tejen un diálogo íntimo con la memoria y la imaginación.
Landa (Óleo sobre tela, 150 x 180 cm, 2012) es buen ejemplo de la sensibilidad de su autor y la consistencia de su práctica. En esta pieza de mediano formato, realizada en 2012, los colores amarillos y anaranjados cobran relevancia frente al motivo de inspiración que se esfuma a favor de una composición en la que el cielo se funde con la planicie enriquecida con pinceladas horizontales que parafrasean el llano, conservando el valor descriptivo de la escena y confirmando el diálogo entre la inspiración y la creación pictórica.
La intertextualidad creativa que
se origina en la fisicalidad de las llanuras y es reducida a la abstracción es un
rasgo distintivo en la narrativa de José Ángel Robles en su etapa madura como
pintor, donde la inmensidad se convierte en el pre-texto de composiciones
invadidas por veladuras, manchas y pinceladas que re-tratan la tranquilidad
habitada por las efímeras huellas de lo humano que ceden ante el protagonismo
de la serenidad de los horizontes y la materia pictórica aplicada al lienzo.
Introspección y Desprendimiento: La Profundidad Simbólica de sus Vistas.
Las vistas de José Ángel Robles son
inolvidables porque nos mueven a reflexionar sobre la profundidad y la lejanía
del paisajismo como espacio simbólico de transformación personal que provoca un
estado de desprendimiento e introspección con nuestro yo más profundo,
invitándonos a enfrentar la soledad interior y encontrar la paz interior, a
escuchar el silencio como fuente de sabiduría y creatividad.